¿Qué me corresponde hacer?
¿Cuantas veces hemos discutido con colaboradores y/o compañeros en el trabajo, pareja, hijos, sobre lo que ellos deben hacer y lo que a ti te corresponde hacer? Y finalmente cuando termina la discusión terminas haciéndolo tu misma, y con esta actitud lo único que logras es llenar tu día haciendo las tareas de los demás. ¿Alguna vez te ha pasado?
Suelo ser muy perfeccionista y muy comprometida con mi trabajo, la mayoría de las veces me genera satisfacción, sin embargo el querer que todo salga perfecto también es muy estresante y genera conflictos innecesarios. Sobre todo, cuando me toca colaborar con otras personas que hacen muy bien su trabajo pero para mi nivel de perfeccionismo, su calidad no es suficiente y a veces prefiero hacer las cosas yo misma en vez de dejar que los demás asuman su responsabilidad… ¿te suena conocido esta forma de actuar?
Pensaba que si los demás no hacían las cosas con la misma calidad que yo las hacía no era suficiente, pero como ya mencioné anteriormente, mi nivel de perfeccionismo supera lo normal.
¿Cómo evitar el querer hacer yo todo? Desafortunadamente cuando los demás se acostumbran a que una haga las cosas, hablando de actividades en el trabajo, en la casa, se vuelve complicado que los demás asuman sus responsabilidades.
Entonces, ¿cómo hacer para soltar eso de querer hacer yo todo porque solo yo lo sé hacer bien?
Primero, entender que cada persona tiene sus propios estándares de lo que está bien hecho, y segundo, estar consciente que cada quien debe asumir sus responsabilidades y hacer lo que le corresponde hacer.
Hacer lo que nos corresponda, ¿y qué es lo que me corresponde hacer? He aquí la gran pregunta que es la más dificil de contestar
Cuando leí el libro “Atrévete a no gustar” (autores Ichiro Kishimi y Fumitake Koga), encontré la respuesta a mi gran pregunta: ¿hasta donde llega mi responsabilidad y empieza la responsabilidad de la otra persona?
¿Cuántas veces nos hemos estresado de sobremanera porque no logramos delimitar hasta donde llega nuestra responsabilidad y donde comienza la de los demás?
Antes de enojarte o estresarte por algo que no se ha hecho ya sea en tu casa o en tu oficina, pregúntate: ¿esto me corresponde hacerlo o le corresponde a alguien más?
Si la respuesta es que te corresponde a ti, entonces hazlo. Pero, si la tarea es responsabilidad de alguien más, esa persona debe asumirla y realizar esa actividad
Pero, ¿cómo lograr que los demás cumplan con sus responsabilidades?
Afortunada o desafortunadamente, no tenemos el control de que los demás cumplan con sus responsabilidades, podemos decirles que actividades deben hacer, pero está en el control de la otra persona el hacerlo o no
El autor de Atrévete a no gustar, hace una analogía a esta situación diciendo: puedes llevar al caballo al pozo de agua pero no puedes obligarlo a que tome agua*.
Muy cierto, puedo decirle a una persona lo que debería hacer pero no puedo obligarlo a hacerlo. Y vuelvo a preguntarme, ¿hasta donde llega mi responsabilidad de hacer algo y empieza la responsabilidad de la otra persona?
Hay una manera muy sencilla de determinar de quien es la tarea. Piensa: ¿Quíen recibirá el resultado final como consecuencia de la decisión que se tome?*
Es decir, ¿quién recibirá el beneficio de que la tarea se realice? Piensa en esta pregunta antes de decidir si algo te corresponde hacer o le corresponde a alguien más.
Si el beneficio lo vas a recibir tu entonces hazlo, pero, si el beneficio lo va a recibir la otra persona entonces a esa persona le corresponde hacer la tarea.
Te puedo decir que al principio me costó trabajo entender este concepto y más ponerlo a la práctica, sobre todo en mi trabajo
Acostumbro a hacer más de lo que se me pide, a veces esta forma de actuar me causa mucho stress, suelo dar lo mejor de mi en cada actividad que realizo, sin embargo cuando veo que los demás no tienen ese mismo nivel de responsabilidad suelo enojarme y si la falta de responsabilidad afecta directa o indirectamente a mis resultados el enojo se convierte en mucho stress…
Eso era antes de leer el capítulo titulado: Cómo separar las tareas del libro Atrevete a no gustar.
Me hizo tanto sentido y me ayudó a soltar muchas cosas que decidí escribir sobre ello esperando que te ayude tanto como lo hizo conmigo:
Tal vez puedas pensar, es muy sencillo como lo dices pero en la práctica no es tan sencillo decirle a mis compañeros de trabajo, o colaboradores, o pareja. o hijos, o padres o las personas con las que convives diariamente: esto te corresponde a ti porque tu vas a recibir el beneficio de tus decisiones y acciones.
No es fácil, no es fácil cambiar las actitudes de los demás, lo que sí es muy fácil, es la actitud que tu tomes cuando los demás no se quieren hacer responsables de lo que les corresponde.
Lo que sí es fàcil es cambiar son tus reacciones, entender hasta donde llega tu responsabiliad y donde inicia la responsabilidad del otro, ese es el primer paso para dejar de stresarte o enojarte por situaciones que no estan en tu control cambiar
Lo unico que puedes hacer es entender que no todo es tu responsabilidad, no puedes hacer que los demas actuen de la misma forma que tu, lo que sí puedes hacer es estar segura de que cuando te toque hacer lo que te corresponde lo vas a hacer sabiendo que lo harás y lo harás muy bien.
¡DDC y deja de hacer lo que no te corresponde!