Cómo crecen las mujeres. Rompe los 12 hábitos que te detienen para conseguir tu próximo ascenso, promoción o trabajo.
Hábito 4. Construir en lugar de beneficiarse de las relaciones profesionales
La mayoría de las mujeres nos destacamos por nuestras habilidades de construir relaciones valiosas con colaboradores, colegas, clientes y jefes. Nos distinguimos por fortalezas como: motivar, involucrar a los demás en las decisiones que se toman, construir equipos fuertes, negociar bajo el enfoque ganar-ganar, escuchar con empatía, levantar la moral, entre otras.
Estas habilidades son fundamentales para un buen liderazgo, si tenemos esa facilidad de construir relaciones valiosas, ¿Por qué no sabemos cómo beneficiarnos de esta fortaleza?, ¿Por qué cuando hay una oportunidad para crecer las desaprovechamos ?.
La respuesta es porque somos renuentes a sacar provecho o beneficiarnos de las relaciones que vamos construyendo en el tiempo, sin duda hay muchas profesionistas que no presentan esta renuencia, ellas disfrutan construyendo relaciones que beneficien no solamente a sus organizaciones, a sus equipos y sobre todo a ellas mismas.
Las razones más comunes por las que evitamos beneficiarnos de las relaciones son:
- “No quiero que los demás piensen que los estoy usando”
- “Quiero que la gente sepa que los valoro por ellos mismos y no por lo que pueden hacer por mi”
- “No me gusta las personas egoístas y no quiero ser una de ellas”
- “No me considero una mujer que saca provecho de los demás”
Con estas declaraciones reafirmamos nuestra creencia de que las personas que se valen de sus amistades para “sacarles provecho” no son buenas personas. Esta creencia representa un problema porque aprovechar nuestras relaciones es pieza fundamental para el éxito profesional. Grandes éxitos profesionales se han construido no solamente de trabajo arduo, sino también de intercambio de beneficios con otras personas, y los hombres profesionistas que han avanzado en sus carreras lo saben muy bien.
Las 4 creencias básicas para beneficiarse de las relaciones
La habilidad de saber cómo beneficiarse de las relaciones es una pieza clave para una carrera exitosa, los líderes más exitosos saben cómo utilizarla, pueden ser directos o sutiles, depende su estilo personal. Si te sientes incómoda de obtener un beneficio de tus amistades, hay que empezar por entender cómo funciona y sobre todo saber las diferencias con respecto a construir una relación de amistad.
Creencia 1. El beneficio siempre es recíproco, se basa en la premisa de “una cosa por otra”.
El significado real de esta premisa es: “Tu me ayudas y yo te ayudo”, esta reciprocidad puede establecerse desde un principio o puede ser implícita y tácitamente entendido. Las relaciones que se construyen para beneficiarse siempre hay un mutua ganancia. Cuando pides algo, ofrece algo a cambio y tu y la otra persona continuarán buscando cómo pueden ser de utilidad de una forma recíproca.
Este tipo de relación se basa en que ambas personas entienden que ambos podrán tener acceso a mejores recursos, ampliar sus conexiones profesionales y crear oportunidades que les convenga a ambos.
Creencia 2. Se utiliza para lograr objetivos estratégicos.
Todo inicia cuando realizas una solicitud. Por lo general, la petición es pequeña y específica, por ejemplo: represento a un artista cuyas obras son perfectas para los vestíbulos de los hoteles. ¿Conoces a alguien en el negocio hotelero que pueda presentarme a los hoteleros que adquieren trabajo para sus propiedades?.
Estos son favores tácticos que te ayudarán a lograr tus objetivos de forma inmediata, o que te pueden ser útiles esta semana, este mes o este año. Tu solicitud abre la puerta a un toma y daca que puede no generar dividendos inmediatos, pero puede ayudarte a alcanzar una meta a largo plazo en el futuro. La persona a quien le haces la solicitud también verá que la relación tiene un valor potencial y este tipo de reciprocidad funciona mejor cuando sus objetivos armonizan y complementan los de las personas con las que interactúas.
Creencia 3. Aprovechar las relaciones profesionales es intencional.
Estableces una relación con un propósito específico en mente, lo que significa que utilizas criterios diferentes a cuando estableces una amistad. ¿La persona con la que buscas comprometerte tiene relaciones que podrían serte útiles, ahora o en el futuro?
El que te caiga bien esa persona no es el propósito principal, pero tampoco es buena idea crear este tipo de relación con gente que te desagrada. Más importante que el cómo te sientes con esta persona, es cómo ambos pueden beneficiarse de esta relación.
Creencia 4. Obtienes recompensas cuando te beneficias de las relaciones profesionales.
En una amistad o una simple relación con tus colegas la recompensa que obtienes es intrínseca, cuando estas con alguien que realmente te agrada y con quien tienes fuertes lazos de amistad te sientes feliz de hablar con esa persona.
En relaciones de negocios, el reconocimiento es extrínseco, medible y concreto. Algunos de los beneficios que obtienes es que ganas acceso a un grupo de clientes potenciales, tienes la oportunidad de que las personas que te interesa conocer para crecer te vean y conozcan tu trabajo.
Seguir con la creencia de que no debemos beneficiarnos de las amistades y relaciones es una gran barrera para nuestro crecimiento. El establecer una relación profesional con el objetivo de beneficiarse mutuamente puede generar muchos conflictos internos porque somos confiables y no “utilizamos” a las personas. Sin embargo, esta forma de pensar genera dos tipos de problemas:
El primer problema es que asumes que tu no tienes nada que ofrecer a esa relación de beneficio mutuo, hay una frase implícita en este tipo de relación: tu me ayudas y yo te ayudo. Es decir, la otra persona también necesita de lo que estás ofreciendo, no eres una “pobre” mujer que necesitas de los demás para crecer, tu también tienes conocimientos, contactos, y eres una gran fuente de recursos muy valiosos y que también son útiles para que los demás lo utilicen para su propio beneficio.
El segundo problema, es la creencia de que moralmente es incorrecto beneficiarse de los demás. Pones en términos de blanco y negro: O eres una mujer maravillosa que no tiene ninguna mala intención de hacer cosas para su propio beneficio; o eres una mujer egoísta que solamente ve por sus propios intereses, por lo que cualquier amistad la utilizará para su propio beneficio. Este tipo de pensamiento no te permite visualizar que hay un término medio, no hay manera de concebir que una buena persona también es capaza de perseguir sus propios intereses.
Una de nuestras principales fortalezas es saber cómo construir relaciones profundas con los demás, utilicemos esa habilidad para nuestro crecimiento profesional, tengamos la firme intención de crear relaciones profesionales que nos beneficien ahora o en el futuro.
Una exitosa relación es donde ambos ganan y se benefician profesionalmente, no tengas miedo de utilizarlo para seguir creciendo y generando mayor valor.
¡DDC y utiliza tus fortalezas a tu favor!