4 razones para dejar de preocuparte por lo que piensen los demás

¿Por qué nos importa tanto lo que piensen los demás? Nos perdemos de muchas oportunidades por el temor a lo que dirá nuestra pareja, familia, amigos o en general la gente cercana y no tan cercana a nosotros. Dejamos a un lado algún sueño que tenemos porque antes de dar el primer paso nuestra mente ya se encargó de imaginarse todos los comentarios negativos y desalentadores que nos harán sobre lo loca e inalcanzable que es nuestra idea.

Si seguimos viviendo bajo las normas de los demás y no de las nuestras muy probablemente nos lleguemos a sentir frustradas o peor aún, arrepentidas por no haber seguido nuestros impulsos por la tan famosa frase: ¿Qué van a decir los demás?

Nos hemos convertido en una sociedad condicionada a buscar la aprobación de los demás que claramente hemos perdido de vista el conocimiento de que la única aprobación que realmente importa es la aprobación que viene de adentro. Si continuamos cambiando nuestros puntos de vista y restringiendo nuestro pensamiento para eliminar el riesgo de ser juzgadas, entonces nunca seremos felices.

Para vivir nuestra vida lo más auténticamente posible, debemos dejar de preocuparnos por lo que piensan los demás y dedicar más tiempo a valorarnos y validarnos a nosotras mismas. Necesitamos detener ese hábito de complacer a todos los que nos rodean y comenzar el proceso de ser fieles a nuestras creencias, valores, decisiones y elecciones.

Necesitamos preguntarnos menos sobre lo que pensarán los demás y hacernos más preguntas como ¿esto es lo que quiero, o es lo que quiere mi pareja?, ¿qué puedo hacer diferente?, ¿cómo puedo respaldar aún más las decisiones que tomo?, todos los cuestionamientos hacia una misma son válidos para tomar la mejor decisión en función de lo que tú quieres y no de lo que los demás quieran.

Las 4 razones por las que hay que dejar de preocuparse por lo que piensan los demás son:

Sabes lo que vales

Cuando has hecho un trabajo profundo para conocerte a ti misma, sabes lo que vales, eres consciente de tus capacidades, tus habilidades, tus fortalezas, tus debilidades, ubicas perfectamente en donde tienes que continuar trabajando para seguir creciendo, sabes qué decisiones tomar, y lo más importante asumes las consecuencias de las malas decisiones que has tomado en el pasado y de las que seguirás tomando. Con todo este conocimiento que tienes sobre ti misma, lo que opinen los demás pasa al último lugar de tu lista de prioridades.

Sé consciente de que la gente siempre te juzgará

La gente siempre encontrará a alguien a quien juzgar, alguien de quien hablar, alguien más a quien culpar. Sin embargo, nuestro trabajo no es preocuparnos por aquellos que se dedican a juzgar a los demás, nuestro trabajo es vivir una vida que esté alineada con nuestros objetivos más profundos y trabajar para que cada uno de ellos se vuelva realidad.

No tenemos el control de nuestro mundo exterior

Frecuentemente pensamos: “si hago esto, voy a caerle bien a los demás”, o “si digo lo que los demás quieren escuchar no me van a criticar”, puedes desvivirte para complacer a los demás, tomar decisiones en función de lo que es lo mejor para los demás y no para ti, puedes hacer hasta lo imposible para que todos estén contentos y ni aún así será suficiente. Lo único que está en nuestro tramo de control son nuestros pensamientos, decisiones, elecciones y reacciones. Las acciones y actitudes que tienen los demás con respecto a ti no está en tu control, por lo tanto no es sano esperar que los demás respondan como tú quieres que suceda.

Las opiniones de los demás no se basan en TI

Nuestras opiniones se basan en nuestros propios pensamientos, nunca en los de otra persona. Cuando estás en paz contigo misma, ocupada en tus propia vida y en tus proyectos no tienes tiempo ni energía para voltear a ver lo que hacen los demás para opinar si está bien o está mal. La gente que juzga es porque no está contenta con su propia vida y busca cómo descargar esa frustración y enojo con los demás, las personas que se dedican a opinar sobre las vidas ajenas están inconformes con la suya; y en lugar de trabajar para mejorar prefieren “sentirse mejor” enfocando su energía en criticar y cuestionar las vidas de las personas que sí se atreven a tomar riesgos.

Al final solo aprenderemos a dejar de lado las opiniones de los demás cuando aprendamos a confiar en nosotras mismas. ¿Confías lo suficiente en ti para dejar de preocuparte por lo que digan los demás?

¡DDC y deja de preocuparte por lo que los demás digan de ti!

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