El placer de cometer errores

Desde pequeñas nos hemos estimagtizado de que cometer errores está mal, que no debemos equivocarnos, que los errores cuestan, que debemos hacer las cosas sin equivocarnos, etc, etc, y más etc.

Una vez que descubrí que gracias a los errores que he cometido he encontrado mis más grandes enseñanzas, empecé a relajarme y a evitar el nervio así como el estress de equivocarme

Solía ser muy perfeccionista, (hasta la fecha lo sigo siendo para ciertas cosas), y cuando cometía un error sobre todo en mi trabajo me castigaba muy duramente sobre todo diciendome cosas muy duras que muy dificilmente se las diría a otra persona.

Cosas como: Eres muy estúpida, ¿Cómo pudiste equivocarte así? ¿Eres tonta (en realidad me decía un adjetivo más duro que comienza con P) ó qué?, cualquiera lo pudo haber hecho mejor que tú, ¿Ves? Te dije que lo ibas a echar a perder.

Sí, esta era yo hace unos años y hoy,  cuando escribo estas frases que duramente me las decía me hace sentir muy avergonzada y apenada conmigo misma

¿Cómo me di cuenta del daño que me estaba haciendo?

Cuando entendí el poder que tiene el lenguaje en mi estado de ánimo, empecé a ser consciente de cómo me sentía cuando yo misma me las decía, y lo peor de todo es que me las repetía mucho tiempo después de haberme equivocado.

Si yo dijera esas palabras en voz alta a otra persona me sentiría muy mal  y para empezar nunca se las diría a alguien más, si esto me avergonzaba, ¿qué provocaba que yo me las dijera sin ninguna consideración ni prudencia?

La respuesta a esta pregunta era: mi alto sentido de exigencia, de querer hacer las cosas perfectamente bien y no darme cuenta del valor que hay detrás de todos los errores

A veces el error lo cometo por distracción, en otras ocasiones por desconocimiento, pero nunca me equivoco a propósito para auto sabotearme

¿Qué ha cambiado en mi? El darme cuenta del poder de mis pensamientos y de mis palabras para conmigo misma, el ser consciente también que mi realidad se construye con mis pensamientos y mis palabras

Se seguía permitiéndome a mi misma decirme esas palabras tan duras, ¿Cuál sería la realidad que estaba creando para mi? Por supuesto una realidad en donde yo era la más tonta del mundo.

Y algo más que me ayudó a cambiar, fue darme cuenta de que gracias a los errores que cometía me permitía aprender, y por supuesto a no volver a repetirlos

Si no cometía errores no aprendería cosas nuevas, gracias a que me hice consciente de esto me relajé, y me permitió cambiar la perspectiva sobre el significado que yo le daba a los errores que cometía, por lo que el maravilloso resultado fue que dejé de ser tan dura conmigo misma

Este es el nuevo significado que hoy le doy a mis errores:

Si no me equivoco, no aprendo

Si no aprendo, no crezco

Si no crezco, no doy lo mejor de mí

Si no doy lo mejor de mí,  no vivo a mi máximo potencial

Si no vivo a mi máximo potencial, no soy feliz

 Y si no soy feliz… ¿qué sentido tendría todo lo que hago?

Te quiero compartir que hace unos meses vi una serie de Netflix en donde Reese Whiterspoon (la actriz que salió en la película Legalmente Rubia), entrevista a varias mujeres exitosas en sus diferentes profesiones: cantantes, escritoras, activistas, actrices, productoras y empresarias.  Te recomiendo ampliamente que la veas, buscala con el título Shine On y ve el episodio 5, bueno en realidad te recomiendo veas todos los 9 episodios.

En el episodio 5 entrevista a una empresaria sumamente exitosa,  Sara Blakely, quien es la creadora de SPANX, en la entrevista Sara comenta que cuando era una niña, a la hora de la cena su papá siempre le preguntaba: ¿En que te equivocaste el día de hoy?

¡Wow! Imagínate que tu papá en lugar de preguntarte ¿qué hiciste bien hoy?, te pregunte ¿en que te equivocaste hoy?

Desde pequeña Sara aprendió y entendió el gran valor de equivocarse, pero  sobre todo comprendió que el cometer errores no era nada malo, sino que era parte del proceso de aprender; y gracias a esa invaluable lección que aprendió de su papá se convirtió en la dueña de una compañía que hoy tiene un valor neto de 1,000 millones de dólares  y es considerada por la revista FORBES como la mujer más joven en convertirse en millonaria por su propios medios.

Te invito a equivocarte, a cometer muchos errores, pero sobre todo te invito a que cuando te des cuenta que hiciste algo mal te rías de ti, aprendas la lección y ¡sigas adelante!

¡DDC y regálate el placer de equivocarte!

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