Cinco poderosos atajos para reconocer tu valía

En general batallamos para sentirnos valiosas, esa sensación de no ser suficientes nos impide avanzar y vivir nuestra vida al máximo, pensamos que debemos hacer más, prepararnos más, ser más de lo que ya somos para sentirnos satisfechas y seguras de nosotras mismas. Y a pesar de seguir logrando más y más cosas el reconocimiento de nuestro propio valor como persona nunca llega porque nos enseñaron que debemos merecer en lugar de apreciar lo valiosas que hoy ya somos.

Hay cinco poderosas herramientas para reconocer y apreciar tu enorme valor como persona:

Atajo 1. Ver hacia afuera y hacia adentro

Si estás luchando para amarte tal como eres y solo te enfocas en lo negativo, pensando y diciéndote cosas como: no tengo lo que se requiere para tener pareja, para encontrar un mejor trabajo, ser una mejor líder, conseguir lo que quiero, entonces eres una persona que necesita ver la belleza en el mundo que te rodea. Cuando empiezas a ver todo lo bueno alrededor de ti, se convierte en un hábito y eventualmente lograrás ver la belleza que hay en ti. Esta frase de Wayne Dyer resume maravillosamente este cambio de mentalidad: “Cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas que ves cambian”.

Empieza con algo sencillo pero sé consistente, enfócate en observar sin ningún juicio o emoción las cosas que te rodean, tal vez tengas un bonito cuadro en tu recámara o una foto de tu familia que te haga sentir bien cada vez que abres los ojos, en lugar de encender la televisión o pedirle a Alexa que ponga música para evitar el silencio, disfruta de los sonidos que te rodean como el cantar de los pájaros, el sonido del viento o simplemente el silencio. Te puedes sorprender de lo que puedes disfrutar con el simple hecho de poner atención.

Atajo 2. Escribe en un diario

Desde hace algunos años tengo la costumbre de escribir prácticamente todos los días acerca de lo que estoy viviendo, problemas, emociones, situaciones complicadas, para mi es una gran terapia poner en papel todo lo que ronda en mi mente para descargarla. Cuando pasa el tiempo y vuelvo a leerlo, me doy cuenta del problema que superé, de la enseñanza que me dio la vida, de las nuevas herramientas que obtuve y sobre todo del crecimiento que he tenido como persona. Un excelente atajo para darte cuenta de lo increíblemente valiosa que eres, es revisar tu pasado y darte cuenta de todo lo que has superado y crecido para ser la mujer que eres hoy. En los momentos en que nos sentimos menos valiosas es cuando hay que tener a la mano ese diario para que nos recuerde cuánto hemos avanzado.

Atajo 3. Vive con intención

Frecuentemente hablamos y actuamos sin considerar la intención de lo que decimos o hacemos, tomarte el tiempo para considerar verdaderamente tus intenciones es un atajo poderoso para reconocer tu valía. La razón es porque si estás consciente de que detrás de todo lo que haces y dices hay una buena intención te identificas como una buena persona. Cuando vemos que alguien se preocupa por los demás, es amable, busca el bienestar de todos en general, lo consideramos como una buena persona y por consiguiente alguien valioso o valiosa.

El identificarte como una buena persona, que no hace daño, que busca servir y ayudar a los demás te ayuda a reconocerte como una persona valiosa.

Atajo 4. Sé consciente de que eres digna de ser vista, escuchada y comprendida

Todas y todos tenemos la necesidad de ser vistos, escuchados y comprendidos, y todo comienza con una misma, es decir, el que tú te escuches, te veas y te comprendas. Si eres de las personas que lidia con mirarte a los ojos y reconocer tu propia valía, deja que alguien te ayude a hacerlo. Ten la valentía de preguntar a las personas más cercanas a ti, cómo te ven y no solamente en un plano físico sino cómo te perciben como persona, tus cualidades, tus fortalezas, tu forma de responder a los problemas, escucha y cree cada una de las palabras que te regalan. Cuando empiezas a verte de la forma en que te ven los demás eres más consciente de lo increíble que eres.

Atajo 5. Mirate más allá de lo superficial

¿Cuándo fue la última vez que te paraste frente a tu espejo y te miraste fijamente a los ojos? Probablemente nunca lo has hecho o cuando lo intentaste te sentiste tan incómoda que casi de inmediato dejaste de hacerlo. No estamos acostumbrados a mirar fijamente a los ojos a los demás, te parece raro y genera una sensación de incomodidad. En una ocasión, participé en una dinámica grupal cuya tarea era simplemente que todos camináramos en un salón en total silencio y cuando se daba la orden nos deteníamos frente a una persona y simplemente nos miramos a los ojos por un par de minutos que parecían horas. Por supuesto al principio había mucho nervio pero conforme repetíamos el ejercicio nos sentíamos más cómodos y lo más sorprendente fue la sensación de conexión que tuvimos al terminar. Así de poderosa es esta herramienta de poder conectar con una misma a través de la mirada profunda, reconociendo y conectando con nuestra propia valía a través del amor propio.

Post a Comment: